CÁNCER DE PRÓSTATA

¿Qué es el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata (CaP) es un tumor maligno de la próstata provocado por crecimiento atípico y descontrolado de las células que conforman la glándula prostática.

El cáncer de próstata se caracteriza por un desarrollo lento cuando se diagnostica en una etapa temprana y no causan síntomas. Por el contrario, casi siempre está demasiado avanzado para curarse si el diagnóstico es tardío. El cáncer de próstata de rápido crecimiento es menos común.

El riesgo de contraer cáncer de próstata aumenta con la edad. La edad promedio para el diagnóstico de cáncer de próstata es de 69 años. Debido al desarrollo de herramientas de diagnóstico y una mayor esperanza de vida, ahora se detectan más cánceres de próstata y a edades más tempranas.

El cáncer de próstata representa el tumor más frecuentemente diagnosticado en los varones adultos en Europa, siendo el primer cáncer sólido diagnosticado con mayor frecuencia y la segunda causa más común de muerte por cáncer entre los hombres europeos con más de 450.000 nuevos casos.

La tasa de supervivencia del cáncer de próstata en Europa es relativamente alta y sigue aumentando. Afortunadamente un 80% de los varones diagnosticados de esta enfermedad siguen vivos a los 10 años del diagnóstico, gracias a la eficacia de los tratamientos disponibles y a la menor agresividad por un diagnóstico más precoz.

Cáncer de próstata

En nuestro país se estima que se producen en torno a 33.000 nuevos diagnósticos cada año, mientras que el número de fallecidos a causa de este tumor está cercana los 6.000.

Su tratamiento y manejo dependerán de una variedad de factores, incluidas las características específicas del tumor, su salud general, sus preferencias personales y los consejos de su equipo médico.

Signos y síntomas

El cáncer de próstata se desarrolla en la zona periférica de la próstata y habitualmente no produce síntomas o los produce muy tardíamente, cuando ya ha crecido considerablemente. Además, las manifestaciones clínicas del cáncer de próstata son muy parecidas a las de la HBP y por la clínica no puede diferenciarse entre un cáncer y un crecimiento benigno.

Muchos hombres con cáncer de próstata se encuentran asintomáticos. A menudo, el primer signo de la enfermedad es un hallazgo casual de un PSA elevado en una analítica rutinaria. A veces la enfermedad puede producir síntomas locales en relación al crecimiento de la glándula prostática que pueden simular a los producidos por la hiperplasia benigna de próstata.

Experimentar estas molestias miccionales no significa necesariamente que usted tenga cáncer de próstata. Consulte con su equipo médico si tiene cualquiera de estos síntomas para asegurarse de que reciba un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

El dolor óseo suele estar relacionado en estos pacientes con estados más avanzados de la enfermedad. Debido a esto, es importante que consulte a un médico para comprender qué puede estar causando cualquier síntoma que note.

Los síntomas pueden incluir:

  • Síntomas urinarios como frecuencia urinaria o flujo de orina débil.
  • Sangre en la orina (hematuria).Problemas de erección
  • Incontinencia urinaria
  • Retención urinaria.
  • Insuficiencia renal

  • Hemospermia (sangre en el semen)
  • Pérdida del control intestinal
  • Dolor en las caderas, espalda, pecho o piernas.
  • Piernas débiles
  • El dolor de huesos podría ser una señal de que el cáncer se ha diseminado por el cuerpo. Esto se conoce como enfermedad metastásica.

Factores de riesgo

Existen una serie de factores que aumentan el riesgo ce cáncer de próstata, como son por ejemplo:

  • Edad: El factor de riesgo más importante para el CaP es la edad. La enfermedad tiende a desarrollarse en hombres mayores de 50 años, siendo la media de edad al diagnóstico en torno a los 69 años.

Síntomas urinarios como frecuencia urinaria o flujo de orina débil. Sangre en la orina (hematuria).Problemas de erección Incontinencia urinaria Retención urinaria. Insuficiencia renal

  • La Historia familiar de cáncer de próstata también aumenta el riesgo. Si un pariente cercano, como su padre, hermano o tío, ha tenido CaP, su riesgo de padecerlo es mayor que el de otros hombres, sobre todo si fueron diagnosticados con <55 años.

El cáncer de próstata que se hereda en una familia, denominado cáncer de próstata familiar, ocurre aproximadamente el 20 % de las veces. Este tipo de cáncer de próstata se desarrolla debido a una combinación de genes compartidos y factores ambientales o del estilo de vida compartidos.

Si un hombre tiene un pariente en primer grado —es decir, un padre, un hermano o un hijo— con cáncer de próstata, su riesgo de desarrollar cáncer de próstata es de 2 a 3 veces mayor que el riesgo promedio. Este riesgo aumenta aún más con la cantidad de parientes con diagnóstico de cáncer de próstata.

El cáncer de próstata hereditario, lo que significa que el cáncer se hereda de un pariente, es raro y representa alrededor del 5 % de todos los casos. El cáncer de próstata hereditario se produce cuando los cambios en los genes o las mutaciones se transmiten dentro de una familia de una generación a otra. Puede sospecharse la presencia de cáncer de próstata hereditario si los antecedentes familiares de un hombre incluyen alguna de las siguientes características:

  • Tres o más parientes en primer grado con cáncer de próstata.
  • Cáncer de próstata en 3 generaciones del mismo lado de la familia.
  • Dos o más parientes cercanos, como un padre, un hermano, un hijo, un abuelo, un tío o un sobrino, del mismo lado de la familia a quienes se les haya diagnosticado cáncer de próstata antes de los 55 años.

  • Raza/origen étnico. Los hombres de raza negra presentan un mayor riesgo de cáncer de próstata que los de raza blanca. También tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad más temprana y de tener tumores más agresivos, de crecimiento rápido. Se desconocen los motivos exactos de estas diferencias, los cuales pueden estar vinculados con factores genéticos, socioeconómicos o de otros tipos.

  • Los factores genéticos como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 (también asociadas a cáncer de mama y ovario), así como mutaciones en HOXB13 asocian un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

  • Hábitos alimenticios. Ningún estudio ha comprobado que la alimentación y la nutrición puedan causar o prevenir, en forma directa, el desarrollo del cáncer de próstata. Sin embargo, muchos estudios que analizan las relaciones entre determinadas conductas alimenticias y el cáncer indican que quizás exista un vínculo. Por ejemplo, la obesidad está asociada como muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata; por ello, se recomienda una dieta sana para evitar aumentar de peso.

  • Obesidad. Se calcula que como consecuencia de la obesidad, el riesgo por ese motivo aumenta un 12 %.

Cambios en la alimentación

En este momento no hay suficiente información para realizar recomendaciones claras sobre el papel exacto que juegan las conductas alimenticias en el cáncer de próstata. Puede que sea necesario hacer cambios en la alimentación muchos años antes en la vida de un hombre para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

Aquí encontrará un breve resumen de la investigación actual:

  • Consumir regularmente alimentos con alto contenido de grasas, en especial grasa animal, puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. No obstante, ningún estudio prospectivo, es decir, aquellos estudios que analizan a los hombres que reciben dietas con alto contenido de grasa o bajo contenido de grasa y luego miden el total de hombres en cada grupo al que se le diagnostica cáncer de próstata, ha demostrado aún que las dietas con alto contenido de grasa animal aumentan el riesgo de padecer de cáncer de próstata.
  • Una alimentación con alto contenido de verduras, frutas y legumbres, como guisantes y frijoles, puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata. Se desconoce cuáles son los nutrientes directamente responsables. Aunque se ha demostrado que el licopeno, el nutriente que se encuentra en los tomates y otras verduras, está asociado con un riesgo más bajo de cáncer de próstata, los datos obtenidos hasta el momento no han demostrado que exista una relación.

  • Actualmente, en ensayos clínicos, se ha demostrado en forma concluyente que ninguna vitamina, mineral ni otro suplemento específico previene el cáncer de próstata. Algunos de ellos, que incluyen la vitamina D, la vitamina E y el selenio, incluso pueden ser perjudiciales para algunos hombres. Hable con nuestros urólogos antes de tomar cualquier suplemento para prevenir el cáncer de próstata.
  • Realizar cambios específicos en las conductas alimenticias podría no detener ni reducir el desarrollo del cáncer de próstata. Es posible que dichos cambios debieran hacerse mucho antes en la vida para tener un efecto.

Detección y diagnóstico del cáncer de próstata

Las recomendaciones en las guías de práctica clínica son realizar un primer control de PSA a los varones >50 años, a los >45 años que tengas antecedentes familiares de CaP o raza negra. La frecuencia con la que se debe repetir la prueba vendrá indicada por su urólogo.

El diagnóstico de cáncer de próstata puede traer consigo mucha ansiedad e incertidumbre, por eso es importante que hable con su urólogo sobre cada uno de los procedimientos a seguir tanto en diagnóstico como en el tratamiento.

La detección del cáncer de próstata se realiza para encontrar evidencia de cáncer en hombres, de otro modo, sanos. Se trata de realizar un screening oportunista dirigido a población de riesgo con el fin de conseguir un diagnóstico precoz del tumor.

Comúnmente se utilizan dos pruebas para detectar el cáncer de próstata:

  • Tacto rectal: es una prueba en la que el médico introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto del hombre, y palpa la superficie de la próstata a través de la pared intestinal para detectar cualquier irregularidad. Es una prueba simple de realizar, rápida e indolora que en manos expertas puede aportar mucha información.

  • Una palpación normal de la próstata, no indica la ausencia de cáncer de próstata. Ya que en realidad un alto porcentaje de los tumores de próstata debido a que están situados en zonas internas de la glándula o tienen un tamaño muy pequeño, no son palpables.

  • Análisis de sangre: determinación del PSA.

¿Qué es el PSA?

El PSA son las iniciales en inglés de antígeno prostático específico y se trata de una proteína que fabrican las células prostáticas, encontrándose en la sangre de los hombre y mediante un análisis de sangre podemos conocer los niveles de PSA. Existen sin embargo múltiples situaciones que pueden alterar esos niveles.
El PSA es fabricado tanto por células cancerosas como células normales. Existen, sin embargo, múltiples situaciones que pueden alterar esos niveles:

¿Qué eleva el PSA?

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El PSA es además un marcador tumoral y por tanto nos ayudará no sólo a diagnosticar el cáncer de próstata de una forma precoz si no que también constituye una herramienta útil a la hora de planificar el tratamiento del cáncer de próstata así como determinar la eficacia del tratamiento que hemos realizado.

¿Qué es el PSA libre?

El antígeno prostático específico se encuentra en dos formas circulando por la sangre:

  1. Unido a proteínas
  2. De forma libre

La proporción entre ambas (libre/total) es una ayuda diagnóstica y en ocasiones muy importante en la toma de decisiones.

Su utilidad es sobre todo cuando la cifra de PSA total está entre 2,5 ng/ml y 4 ng/ml. Cifras de PSA libre/total por encima del 25% suelen orientar hacia procesos benignos.

¿Quién debería hacerse la prueba de determinación de PSA?

La detección temprana del cáncer de próstata debe ofrecerse a hombres sanos y bien informados mayores de 50 años y hombres mayores de 45 años, que tengan antecedentes familiares conocidos de cáncer de próstata o sean de ascendencia africana.

A veces, dependiendo de su situación personal, existen razones para no hacerse la prueba.

Existe controversia acerca del uso del análisis del PSA para la detección del cáncer de próstata en hombres sin síntomas de la enfermedad. Por una parte, el análisis del PSA es útil para detectar cáncer de próstata en etapa inicial, en especial, en hombres con muchos factores de riesgo, lo cual ayuda a que algunos hombres reciban el tratamiento necesario antes de que el cáncer crezca y se disemine.

Por otra parte, la detección del PSA encuentra afecciones que no son cáncer, como la Hiperplasia Benigna de Próstata, además de los casos de cáncer de próstata de crecimiento muy lento que nunca amenazarían la vida de un hombre. Como consecuencia, la detección del cáncer de próstata con PSA puede implicar que algunos hombres deban someterse a cirugías y a otros tratamientos que posiblemente no se necesiten, que pueden causar efectos secundarios y afectar gravemente la calidad de vida de un hombre.

Dado el riesgo de sobrediagnóstico (y sobretratamiento) asociado con el cribado, en el año 2012 algunas sociedades científicas, como la US Preventive Services Task Force emitió una recomendación contra su uso.

La consecuencia de la publicación de estas recomendaciones fue una reducción en la detección basada en PSA lo que condujo a un incremento en el diagnóstico de tumores en fase más avanzada y una tendencia hacia tasas de mortalidad por cáncer de próstata más altas.

Esto provocó que en 2018 se actualizasen nuevamente las recomendaciones de las distintas guias clínicas. Actualmente la guía de la Asociación Europea de Urología realiza las siguientes directrices:

  • El nivel de PSA basal debe obtenerse a la edad de 40-45 años para iniciar un seguimiento adaptado al riesgo con el fin de reducir el cáncer de próstata metastásico y la mortalidad.
  • Luego, se debe ofrecer el cribado a hombres bien informados con una esperanza de vida ≥10 años y los intervalos de cribado deben adaptarse de acuerdo con el PSA basal obtenido a la edad de 40-45 años.

Desde Ruibal Urología, siguiendo las recomendaciones de las entidades y sociedades científicas proponen, invitamos a compartir con el paciente las decisiones sobre el diagnóstico precoz del CaP, aconsejando a todos los individuos que soliciten o se les proponga participar en programas de cribado y prevención secundaria de CaP, e informándoles de los riesgos conocidos y los beneficios potenciales deforma precisa para que ellos libremente decidan. El cribado ha de ser una decisión compartida entre el paciente y el médico.

  • Las pruebas de PSA ayudan a detectar el cáncer de próstata en una etapa temprana, cuando es más probable que se cure.
  • Recuerde, no todas las personas con un nivel alto de PSA tendrán cáncer y no todas las personas que tengan cáncer necesitarán tratamiento.

  • Comente con nuestros urólogos sobre los pros y los contras de la detección temprana del cáncer de próstata antes de decidir si debe hacerse la prueba o volver a hacerlo, especialmente si tiene otros problemas de salud. Ellos le aconsejarán cual es la mejor prueba para usted.

RESONANCIA MAGNÉTICA MULTIPARAMÉTRICA

LA RMN multiparamétrica constituye la técnica de imagen más avanzada para el estudio de la próstata; es la única prueba actualmente que puede visualizar lesiones altamente sospechosas de cáncer de próstata.

El estudio de la próstata mediante resonancia magnética (RMN) de alta resolución permite obtener diferentes parámetros: morfológicos, funcionales y moleculares. La combinación de todos ellos resulta muy eficaz en la detección del cáncer de próstata. El análisis de estos parámetros permite al radiólogo en base a una escala denominada PIRADS (de 1 a 5) establecer el número de lesiones sospechosas, probabilidad de que alberguen un cáncer de próstata e incluso de su potencial agresividad.

Cuando en la RMN se detectan lesiones sospechosas tumorales nos permite realizar una biopsia dirigida a esas lesiones con lo cual aumenta de modo significativo la calidad de la biopsia de próstata. Es lo que se denomina Biopsia de Fusión*

En el caso de que la prueba no visualice ninguna alteración, el paciente puede tener una alta probabilidad de ausencia de cáncer de próstata o de que el tumor sea poco significativo pero si por el contrario, se ven zonas sospechosas, se le aconsejará al paciente la realización de una biopsia.

BIOPSIA DE PROSTATA

Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo.

Mediante ecografía transrectal y ecoguiado obtenemos muestras de tejido prostático para su análisis a través de un microscopio.. Se tomarán muestras de biopsia de varias áreas de la próstata con el fin de garantizar que se obtenga una buena muestra representativa del tejido prostática para su examen. A la mayoría de los hombres se les extraerán de 12 muestras de tejido, y el procedimiento puede durar de 10 a 15 minutos. Para disminuir las molestias, esta prueba se realiza bajo administración de anestesia local y/o sedación del paciente y generalmente puede realizarse este procedimiento en el hospital o en el consultorio médico sin necesidad de ingreso hospitalario.

Un médico anatomo patólogo analizará las muestras bajo un microscopio y nos proporcionará un diagnóstico definitivo.

Para realizar una biopsia prostática se requiere una preparación previa que consiste en la administración de antibióticos para evitar infecciones y un enema rectal de limpieza.

La realización de biopsias de próstata puede provocar algunas complicaciones, que en la mayoría de las ocasiones, se superan sin dejar secuelas. Las más frecuentes son:

  • Sangrado: pudiendo presentar sangre con la emisión de semen, orina o heces.
  • Infección urinaria o prostática.
  • Retención urinaria.

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Precisión en el diagnostico del cáncer de próstata.
Una biopsia por fusión combina un examen de RMN multiparamétrica con una ecografía prostática.

El paciente, en primer lugar, se somete a un examen de RMN para identificar las áreas sospechosas de la próstata que requieren de evaluación adicional. Posteriormente, mediante una ecografía de la próstata y un software informático se combinan estas imágenes para producir una imagen tridimensional que ayuda a determinar el área precisa para realizar la biopsia.

Una biopsia por fusión de RMN puede identificar mejor las áreas que tienen más probabilidades de ser cancerosas en comparación con otros métodos pudiendo detectar mucho más cánceres que las biopsias tradicionales. Las zonas sospechosas son identificadas y localizadas con precisión.

Una biopsia con fusión de MRI solo debe realizarla alguien que tenga experiencia en el procedimiento.

¿Cuándo debo de realizar una Biopsia de Próstata?

La mayoría de las biopsias se solicitan por niveles elevados de PSA y/o anormalidades identificadas a través de un tacto rectal de la próstata.

Un tacto rectal patológico será siempre indicación para la realización de una biopsia prostática.

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El hallazgo de una zona lesión sospechosa en la resonancia multiparamétrica, que pudiera corresponder a una tumor clínicamente significativo sería otro de los motivos por el que el paciente debería realizarse una biopsia de próstata.

ANATOMÍA PATOLÓGICA

El diagnóstico de cáncer de próstata va acompañado siempre del grado de puntuación Gleason. El patólogo determina la puntuación de Gleason en función del tejido extraído durante la biopsia. Esto da información sobre la agresividad del tumor. Según el patrón de las células cancerosas, el patólogo puede ver qué tan rápido es probable que crezca el tumor.

Se puntúa del 1 al 5 las células prostáticas de dos zonas de biopsia. Se suman las puntuaciones para llegar a una puntuación general de entre 6 y 10. El menos agresivo sería un 3+3 y el más agresivo un 5+5.

Recientemente, la agresividad del cáncer de próstata se ha estratificado según una versión ligeramente modificada de la puntuación de Gleason en 5 grupos, desde 1 menos agresivo hasta 5 más agresivo.

Otros resultados anatomopatológicos:

  • PIN. (Neoplasia intraepitelial prostática). No es cáncer, pero tampoco es normal. Las células han sufrido cambios en sus núcleos. Si esos cambios son mínimos: hablamos de PIN de bajo grado y no obliga a repetir la biopsia. Si los cambios son manifiestos y abundantes hablamos del PIN de alto grado.

  • EL ASAP (Proliferación microacinar atípica). En este caso el patólogo identificó cambios en las células prostáticas pero en un número insuficiente para hacer un diagnóstico de cáncer de próstata. Por consiguiente repetir la biopsia es indispensable en esta situación.

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TEST GENETICOS

Los biomarcadores genómicos del cáncer de próstata incluyen herramientas y tecnologías muy útiles que nos pueden orientar en nuestras decisiones sobre el tratamiento, controlar la respuesta de los pacientes al tratamiento y hacer un seguimiento de la progresión del cáncer.

  • Predecir la probabilidad de una biopsia positiva inicial.
  • Reducir número de biopsias repetidas innecesarias.
  • Estratificar tumores de bajo, intermedio y alto riesgo.
  • Clasificar extensión de la enfermedad.
  • Predecir y monitorear clínica respuesta a una intervención.
  • SelectMDX: conocido como la biopsia líquida, se basa de manera similar en el aislamiento de biomarcadores de ARNm en la orina. La presencia de niveles de ARNm de algunos genes (HOXC6 y DLX1) se evalúa para proporcionar una estimación del riesgo tanto de la presencia de CaP en la biopsia como de la presencia de cáncer de alto riesgo.
    La biopsia líquida de próstata permite realizar un diagnóstico de cáncer de próstata a partir de un simple análisis de orina.

  • El test SelectMDx se  basa en unos biomarcadores y factores clínicos (PSA, densidad de PSA, tacto rectal, edad e historia familiar de cáncer de próstata) que se utilizan para identificar los cánceres de próstata significativos y decidir sobre la necesidad de realizar o no la biopsia convencional.
  • La biopsia líquida ayuda a identificar a los pacientes con alto de riesgo de tener cáncer de próstata agresivo. Lo que permite un diagnóstico y tratamiento más temprano.
  • El test tiene un valor predictivo negativo muy alto (98%). El riesgo de no detectar el cáncer de próstata de alto grado es solo del 2 %.

  • La prueba 4Kscore es un análisis de sangre que proporciona una puntuación de riesgo específica para el paciente de tener cáncer de próstata agresivo. Esta prueba puede proporcionar información para mejorar la toma de decisiones antes de ordenar una biopsia de próstata.
  • El índice de salud prostática (phi) es una combinación del tres análisis de 3 moléculas en sangre con el que se obtiene una puntuación; aporta más información que un nivel elevado de PSA podría significar la probabilidad de encontrar cáncer en una biopsia.
  • Un análisis de orina para PCA3, un gen del cáncer de próstata que se expresa en mayor proporción en el tejido del cáncer de próstata pero no en el tejido normal de la próstata, puede ayudar a guiar si un paciente con una biopsia de próstata previamente negativa debe someterse a una repetición de la biopsia de próstata.

Varias pruebas genéticas realizadas en los tejidos de la biopsia de próstata, incluyendo Prolaris y Oncotype DX GPS, pueden proporcionar una medida de la agresividad de su cáncer de próstata.

Oncotype Dx GPS: El test Oncotype DX® cuantifica la probabilidad de patología favorable, definida como ausencia de enfermedad de alto grado o enfermedad no confinada en la próstata tras examinar la expresión de 17 genes en el tejido del tumor de próstata.

El test genómico Oncotype DX® para cáncer de próstata permite identificar adecuadamente qué hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo clínico pueden permanecer en vigilancia activa (AS) y qué pacientes deben recibir tratamiento inmediato, ya que refina la estratificación de los pacientes al incorporar la biología tumoral subyacente a los factores clínicos.
El resultado del test es el denominado “Genomic Protate Score” (GPS), que mide la agresividad biológica del tumor y ayuda a guiar las decisones iniciales de tratamiento.
Este resultado (valor numérico de 0 a 100) debe ser siempre interpretado por un urólogo, ya que su significado, también depende del riesgo clínico de partida de cada paciente.

Consulte en Ruibal Urología, la posibilidad de realizar test genéticos en el cáncer de próstata. A partir de las recomendaciones de las entidades y sociedades científicas empleamos los diferentes test genéticos para el diagnóstico, tratamiento, pronóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer de próstata. Asesoramos de modo individual el test más apropiado en cada caso, considerándolo como una herramienta que nos permite mejorar el enfoque del cáncer de próstata de un modo personalizado.

ESTUDIOS DE IMAGEN

Los urólogos son capaces de estimar el riesgo de diseminación, llamada metástasis, sobre la base de los niveles del PSA, el grado del tumor y otros factores, pero una prueba por imágenes puede confirmarlo. Para determinar si el cáncer se diseminó fuera de la próstata, los urólogos pueden realizar las pruebas por imágenes que se indican a continuación.

  • Gammagrafía ósea de cuerpo entero. La gammagrafía ósea usa un trazador radiactivo para examinar el interior de los huesos. Este trazador se inyecta de manera intravenosa al paciente y se acumulará en áreas del cuerpo en donde se produjo actividad metabólica. Ante la cámara, los huesos sanos aparecen de color gris, y las zonas de lesión, como las provocadas por el cáncer, aparecen de color oscuro. Es importante saber que los cambios estructurales en los huesos, como la artritis o las cicatrices óseas, como las de antiguas fracturas, también se pueden interpretar como anormales y deben ser evaluadas por un médico para asegurar que no sean lesiones metastásicas.
  • Tomografía Axial Computarizada (TAC o CT). Una exploración mediante TAC crea una imagen 3D del interior del cuerpo utilizando rayos X que se toman desde diferentes ángulos. En ocasiones, antes de la exploración se administra un contraste, a fin de obtener mejores detalles en la imagen. Esta prueba de imagen nos permite obtener información sobre la posible extensión local del tumor, presencia de adenopatías (ganglios) afectadas o enfermedad metastásica a distancia.

  • Tomografía por emisión de positrones (PET o PET-CT).  Constituye una de las pruebas de imagen más avanzadas para el estudio de extensión de la enfermedad así como una herramienta útil para planificar terapias a lo largo de la evolución de la enfermedad. Se inyecta en el cuerpo del paciente una pequeña cantidad de una sustancia radioactiva. Esta sustancia es absorbida por las células que utilizan la mayor cantidad de energía debido a que el cáncer tiende a utilizar energía de manera activa, este absorbe una cantidad mayor de la sustancia radiactiva. Luego, una exploración detecta esta sustancia para generar imágenes del interior del cuerpo.

Conocer la etapa del cáncer les ayuda a usted y a su médico a elegir el mejor tratamiento. También ayuda a su médico a predecir sus posibilidades de recuperación.

Resonancia Magnética Multiparamétrica: La resonancia magnética nuclear (RMN) multiparamétrica ha venido a mejorar el estadiaje clínico del cáncer de próstata y es actualmente utilizada cada vez más para la toma de decisiones en relación con el tratamiento a elegir pudiendo aportar información de suma importancia (extensión local extraprostática, órganos vecinos…) a la hora de la elección de su opción terapéutica más idónea.

ESTADIFICACION

Los tumores de próstata se clasifican según la ubicación del tumor (estadio) y la agresividad de las células tumorales (grado). Estos dos elementos son la base de cómo se puede tratar su cáncer.

El cáncer de próstata se clasifica según lo avanzado que esté el tumor y si el cáncer se ha diseminado o no a los ganglios linfáticos u otros órganos.

Nuestros urólogos realizarán una serie de pruebas para comprender mejor su situación específica. El examen físico y las imágenes se pueden utilizar para determinar el estadio de la enfermedad.

El estadio de un tumor de próstata se basa en la clasificación TNM. El urólogo observa el tamaño y la ubicación del tumor (T) y determina qué tan avanzado está, según 4 etapas. El equipo también evaluará si los ganglios linfáticos alrededor de la próstata están afectados (N) o si el cáncer se ha extendido (o ha hecho metástasis) a otras partes de su cuerpo (M). Si los tumores de próstata se diseminan, por lo general se diseminan a los huesos, a menudo a la columna.

El otro elemento de clasificación es la puntuación de Gleason. El patólogo determina la puntuación de Gleason en función del tejido extraído durante la biopsia. Esto da información sobre la agresividad del tumor. Según el patrón de las células cancerosas, el patólogo puede ver qué tan rápido es probable que crezca el tumor. Recientemente, la agresividad del cáncer de próstata se ha estratificado según una versión ligeramente modificada de la puntuación de Gleason en 5 grupos, desde 1/5 menos agresivo hasta 5/5 más agresivo.

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Opciones de tratamiento

Existen muy diversas maneras de tratar el cáncer de próstata: los fármacos, la cirugía, la radioterapia o, simplemente, la vigilancia. Cada una de estas técnicas tiene sus beneficios y sus riesgos, y difieren según las características del tumor (p. ej., su tamaño, su rapidez de crecimiento, Gleason o su grado de diseminación), la edad, la salud general y el estilo de vida del paciente.

Si el tumor no se ha extendido fuera de la glándula prostática, se considera que es un cáncer de próstata localizado. Si se ha propagado a los tejidos inmediatamente circundantes a la próstata se denomina localmente avanzado. Si, finalmente, se ha diseminado a otras partes del cuerpo, por ejemplo a lo huesos, se conoce como cáncer de próstata avanzado.

Ante el diagnóstico de un cáncer de próstata es importante serenarse y conocer en profundidad las opciones de tratamiento antes de tomar una decisión precipitada.

La mejor opción de tratamiento sólo podrá decidirse tras una evaluación médica exhaustiva y un diálogo amplio y sincero con el paciente. En la mayoría de los casos, existen varias alternativas razonables.

Todos los tratamientos para el cáncer de próstata tienen riesgo de afectar a la calidad de vida de los pacientes y por eso es importante que el paciente conozca los beneficios y los riesgos potenciales de cada técnica antes de tomar una decisión.

En la actualidad y en base al análisis de miles de pacientes diagnosticados y tratados de cáncer de próstata se han establecido una serie de normas en el manejo de un paciente con cáncer de próstata. Estas normas se basan en el análisis de una serie de parámetros y determinar cual es el tratamiento más apropiado en cada caso. Esto nos permite aplicar el tratamiento más apropiado en cada caso, reduciendo el riesgo de tratamientos inadecuados o insuficientes. Nosotros en nuestra práctica clínica empleamos tanto los Nomogramas del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York como el Nomograma de Briganti de Milan.

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VIGILANCIA ACTIVA

Los pacientes con tumores de bajo muy bajo riesgo pueden ser controlados muy de cerca en un esquema de manejo responsable denominado Vigilancia Activa.

Para llevar a cabo una vigilancia activa del cáncer prostático debe consultar con nuestro urólogos su caso en particular.

Se considera que pacientes con tumores de próstata con las siguientes características, son idóneos para la vigilancia activa de su tumor:

  • Puntuación Gleason 6 (3 + 3) o Gleason 7 (3+4).
  • Afectación como máximo de dos cilindros de la biopsia.
  • Afectación máxima de un 50% de tumor en cada cilindro.

El protocolo de vigilancia activa implica la realización de estudio de extensión local de la próstata mediante Resonancia Magnética Multiparamétrica. Periodicamente el paciente tendrá que realizar revisiones de PSA y tacto rectal así como una rebiopsia anual más extensa.

El test genético Oncotype DX® de Próstata nos proporciona una información adicional y una mayor precisión a la hora de poder ofrecer este tipo de vigilancia para el cáncer de próstata.

Oncotype DX® proporciona el riesgo de patología adversa para ayudar a los urólogos a guiar los tratamientos personalizados para pacientes, vigilancia activa o tratamiento inmediato. El resultado del informe es la proporción (en %) de riesgo de un paciente que desarrolla metástasis en 10 años, la proporción (en %) de riesgo de muerte por cáncer de próstata a 10 años y el riesgo de agresividad tumoral basado en el resultado de la patología.

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

La prostatectomía radical es la cirugía que consigue la curación del cáncer de próstata cuando este está confinado a la próstata. Actualmente representa el tratamiento de elección o patrón oro (gold-standard) en el cáncer de próstata. Es una cirugía compleja y requiere un alto nivel de precisión técnica.

En esta operación, el urólogo extirpa la totalidad de la próstata, parte del tejido que rodea la glándula y las vesículas seminales. En algunos casos, cuando la probabilidad de extensión de la enfermedad a los ganglios linfáticos, también se extirpan las adenopatía cercanas durante el mismo acto quirúrgico

La próstata está rodeada de nervios y estructuras que son importantes para que el paciente pueda tener una función urinaria y sexual normal que se intentan preservar lo máximo posible sin comprometer el resultados oncológico de la cirugía. La ubicación, el tamaño y otras características de su cáncer serán consideradas para diseñar una operación que sea apropiada para su tumor.

La extirpación quirúrgica de la próstata, presenta una serie de ventajas respecto a otras alternativas (Radioterapia, Braquiterapia…) que la posicionan como la mejor opción terapéutica:

  • Una vez extirpada la próstata es posible un análisis completo de la misma y por lo tanto un conocimiento exacto del tumor: agresividad, tamaño, extensión, afectación de la grasa periprostática o vesículas seminales así como de los ganglios linfáticos. Esto no es posible con los otros tratamientos.
  • Este mejor conocimiento del tumor nos permite establecer un modelo predictivo de la evolución posterior y hace que el seguimiento sea más sencillo y preciso que cuando se aplica la radioterapia.
  • Recordar que muchos pacientes presentan un problema de obstrucción, esencialmente por el crecimiento prostático, que en ocasiones conduce a imposibilidad para la micción. Esta obstrucción desaparece al extirpar la próstata. Por el contrario la radioterapia habitualmente agrava el problema obstructivo y puede condicionar una retención permanente de orina.

  • Se evitan los efectos secundarios de la radioterapia: cistitis rádica y proctitis actínica. Esto puede conducir a sangrados espontáneos de la vejiga y el intestino.
  • En ocasiones se produce una recidiva del tumor (reaparición del tumor tras un tratamiento inicial). Esta recurrencia del tumor todavía es curable mediante un retratamiento. Si un paciente se trató inicialmente mediante cirugía puede tratarse de nuevo con radioterapia con muy pocas secuelas. Sin embargo si inicialmente recibió radioterapia la posibilidad de recibir un segundo tratamiento curativo comporta un alto riesgo de complicaciones.

Sin embargo contrario la prostatectomía radical es una técnica de alta complejidad que requiere una alta precisión para minimizar el riesgo de secuelas. Secuelas que pueden afectar de modo significativo y permanente la calidad de vida de los pacientes. La calidad de la cirugía es esencial para lograr resultados satisfactorios tanto del control del cáncer como para evitar secuelas. La precisión es el factor sobre el que debe pivotar el modo de realizar esta cirugía. La precisión viene determinada por la experiencia del cirujano y las herramientas quirúrgicas necesarias para poder realizarla.

La prostatectomía radical se puede realizar mediante cirugía abierta, cirugía laparoscópica y cirugía robótica.

En la actualidad la cirugía abierta se realiza en muy pocos Centros por tratarse de una cirugía más agresiva y con menor precisión.

Prostatectomía Radical Laparoscópica 3D

Las operaciones laparoscópicas ofrecen los mismos beneficios terapéuticos que las operaciones abiertas tradicionales, aunque tienen ventajas significativas para el paciente:

  • Disminución del dolor en el postoperatorio
  • Menor sangrado durante la cirugía
  • Menor riesgo de complicaciones en el postoperatorio (infecciones, hernias…)

  • Estancia hospitalaria reducida
  • Recuperación más rápida después de la cirugía
  • Evita grandes incisiones, mejorando los resultados cosméticos

Gracias a la visión 3D se consigue una imagen de alta definición logrando una mayor precisión en la cirugía.

Prostatectomía Radical Laparoscópica asistida por Robot Da Vinci.

La cirugía robótica mediante el sistema robótico Da Vinci Xi representa en la actualidad el tratamiento quirúrgico más avanzado para el cáncer de próstata. Este tipo de procedimiento mínimamente invasivo se realiza utilizando un sofisticado sistema robótico controlado por el cirujano. El especialista opera manipulando unos mandos sentado en una consola a unos metros de distancia del paciente que replican los movimientos de su mano y los ejecuta en unos delicados y precisos instrumentos quirúrgicos.

A las ventajas propias de la laparoscopia 3D (menor invasividad, menor sangrado, menor dolor postoperatorio, mejor visión) el robot da Vinci añade una precisión mucho mayor y una movilidad imposible para la mano humana, pues los instrumentos están articulados de tal manera que permiten 7 grados de libertad y en un espacio muy reducido.

Además se elimina el temblor lo que traduce en mayor delicadeza y perfección en la cirugía y, por lo tanto, mejores resultados en las técnicas que requieren respetar tejidos y estructuras pequeñas o frágiles.

El robot da Vinci es la mejor herramienta para realizar esta intervención, pues la elevada precisión y la movilidad de los instrumentos permiten extraer la próstata y las vesículas seminales con un trauma mínimo sobre las bandeletas neurovasculares y los esfínteres.

  • Precisión: La cirugía robótica permite  una mejor visualización del campo quirúrgico, permitiendo extirpar el tejido tumoral, respetando al máximo los tejidos sanos.
  • Preservación de la continencia urinaria y la función sexual en el cáncer de próstata: La precisión antes mencionada permite mantener intactos  los nervios del paciente y no dañar los tejidos adyacentes, como el esfínter urinario. El cirujano tan sólo extrae la próstata enferma, con menor riesgo de padecer secuelas como la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil.

  • Minimizar efectos secundarios: Tras la intervención con cirugía robótica el paciente tiene mayor probabilidad de recuperar completamente su función miccional y sexual al ser un procedimiento mínimamente invasivo.

Cuando un paciente se somete a una prostatectomía radical, el resultado final ideal, sería aquel que consigue 5 objetivos:

  1. Evitar la recurrencia del tumor
  2. Continencia urinaria completa
  3. Preservación de la potencia sexual
  4. Márgenes quirúrgicos negativos
  5. No complicaciones

La cirugía robótica representa actualmente la opción con mayor probabilidad de lograr los 5 objetivos, dada su mayor precisión.

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RADIOTERAPIA

Radioterapia Externa: Este tratamiento consiste en la adminstración de una radiación ionizante desde una fuente de irradiación externa que se encuentra integrada en unos equipos llamados aceleradores lineales. La radicación se aplicar directamente sobre la próstata protegiendo todo lo posible los órganos vecinos (vejiga, recto y uretra). Su tratamiento durará varias sesiones de tratamiento y se realizará en el hospital de forma ambulante.

A pesar de los avances de las nuevas tecnologías, en ocasiones la radiación recibida por los órganos vecinos puede producir efectos secundarios tanto durante el tratamiento como después del tratamiento.

Estos daños se deben a la alteración de las mucosas de dichos órganos, esto puede producir: alteraciones en el tránsito intestinal, alteraciones en la micción (urgencia en la micción), sangrado por recto (rectorragia) y por orina (hematuria) y estrechamientos en el conducto de la orina (estenosis de uretra).

Braquiterapia: consiste en la administración de radicación sobre la próstata desde el interior de la propia glándula.

Braquiterapia de alta tasa: se realiza bajo anestesia, mediante la colocación de agujas en la próstata. La radiación se administra en un corto periodo de tiempo. Tras finalizar, se retiran las agujas de la glándula prostática y el paciente puede regresar a su domicilio. La radiación puede aplicarse en una sola o en varias sesiones.

Braquiterapia de baja tasa: es un procedimiento que se realiza bajo anestesia, insertando diminutas semillas que contienen radiación dentro de la próstata mediante guía ecográfica. Estas semillas se quedarán dentro de la próstata tras finalizar el procedimiento..

TRATAMIENTOS SISTÉMICOS


Los hombres con cáncer de próstata metastásico (que se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo) tienen más opciones de tratamiento que nunca antes. Una mejor comprensión de la biología del cáncer de próstata ha llevado al desarrollo reciente de varios medicamentos nuevos que están ayudando a los hombres a sobrevivir más tiempo y a disfrutar de una buena calidad de vida.

  • Tratamiento hormonal
  • Tratamiento del hueso
  • Quimioterapia

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